Antonio Salazar García

Antonio Salazar García

Antonio Salazar García nació en Ronda, en 1950. Vino a Granada a estudiar en la Universidad, centrándose en el mundo del Trabajo Social en unos años política y socialmente muy complicados.

De hecho, Antonio y algunos compañeros pusieron en marcha los Servicios Sociales Comunitarios y fueron pioneros en Granada en dicho campo. «Era una persona muy luchadora, reivindicativa, comprometida y con muchas inquietudes», explica Pablo Salazar, uno de sus dos hijos. También estudió Filosofía, buena prueba de su pasión por el conocimiento.

Profesionalmente, Antonio desarrolló toda su carrera en el mundo social. Hasta el año 1992, ejerció su labor en el Hogar Infantil del Niño Jesús de Armilla y formó parte del equipo de profesionales que trabajó con medidas y recursos alternativos que favorecieron el regreso de los menores con sus familias. En 1992 pasó al Centro de Servicios Sociales Comunitarios de Albolote, para después ocupar la dirección hasta su jubilación.

Antonio se casó con Virginia López Montero y tuvieron dos hijos, Pablo y Virginia, y una nieta, Lucía, que era la niña de sus ojos. Buen aficionado a la lectura, era lector habitual de IDEAL y suscriptor de su edición digital, que leía a través del móvil.

Así le recuerda su compañera del alma, Virginia: «De sonrisa amplia, sereno, la mano siempre tendida a todos. Le gustaba viajar, el mar, dar paseos en bicicleta, pasar temporadas en Torrenueva, ir a su pueblo rondeño, Los Prados, y sobre todo, amaba a su familia… a su nieta. Le gustaba leer a Machado y rememoraba mucho el final del muy conocido poema ‘Retrato’: Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar / me encontraréis a bordo, ligero de equipaje / casi desnudo, como los hijos de la mar».

Así se ha marchado Antonio, ligero de equipaje, dejando el mejor recuerdo posible entre todos los que tuvieron la suerte de conocerle.