Antonio Torres Cuesta

Antonio Torres Cuesta

Antonio Torres Cuesta nació en 1939 en Cogollos Vega y fue el pequeño de seis hermanos. Su padre era pastor y a Antonio le encantaba el campo, pero no tanto el colegio, hasta el punto de que escondía los libros debajo de un olivo y se iba a triscar montes. Era un ‘trastillo’ y traía locos a sus hermanos mayores.

Empezó a trabajar con el ganado desde muy joven, siempre por la zona del Peñón de la Mata, con el que iba a diversas ferias. Antonio se casó muy joven con María Sánchez y tuvieron tres hijos: Antonio, Roberto y Gema. Le salió un trabajo de portero en un edificio de Granada y la familia se mudó a la capital.

«Tres cosas le gustaban a mi padre, en este orden: su familia, el campo y su trabajo», recuerda su hija Alicia. «Los domingos salíamos en familia a tomar unas cañas, comer pollo y unos pasteles de postre, en diversos locales del centro de Granada. Era nuestra ruta». Antonio también disfrutaba cuando podía bajar a la playa.

Después de jubilarse, se mudó a Armilla y seguía trabajando en el campo. «Se entregaba a la gente que le pedía ayuda. Y a quien no la pedía, pero él sabía que tenía necesidad, también», señala Alicia, quien recuerda que adoraba a sus nietos y que sentía pasión especial por su nieta María.