Aurelia Martín Sánchez

Aurelia Martín Sánchez

Aurelia Martín Sánchez nació el 1 de noviembre de 1920 en la localidad granadina de Alfacar, donde vivió su infancia y juventud y donde conoció al que sería su marido, Diego Leyva, vecino del mismo pueblo.

El matrimonio siguió viviendo en Alfacar hasta que a Diego, encargado de la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras, le trasladaron al Palacio de las Columnas, en la calle Puentezuelas, antes de ser convertido en facultad. En un edificio tan singular y tan bonito vivieron unos años.

Fue ama de casa entregada a su familia. Estiraba el sueldo de su marido todo lo posible, haciendo economías sin despilfarros ni lujos innecesarios, pero sin que jamás les faltara de nada a sus tres hijos, Aurelia, Diego y María Eloísa.

«Era muy dispuesta y voluntariosa para todo lo que se proponía. Lo mismo hacía jerseis que cosía y bordaba. Le gustaba tanto tejer que confeccionaba ropa para toda la familia, incapaz de negarse a cualquier encargo», recuerda emocionada su hija Aurelia, suspirando por los cien años que hubiera cumplido su madre en unos meses.

«Le gustaban las fiestas populares. A veces, amanecíamos el domingo de feria en el Corpus, cuando se celebraba en el Paseo del Violón. Le gustaba disfrutar de la vida, ir al pantano… hacer cosas alegres y divertidas que no fueran de superlujo», recuerda Aurelia.

También era muy buena cocinera, hasta el punto de que horneaba su pan y hasta hacía los mantecados en Navidad. «La harina se la traían los panaderos de Alfacar, usaba manteca y los asaba en el horno», dice Aurelia, quien termina recordando que su madre era muy optimista, tenía una sonrisa encantadora e inculcó a sus hijos unos valores que toda la vida les han servido de guía en su caminar.