José Prados Cabello

José Prados Cabello

José Prados Cabello nació en La Zubia, el 2 de marzo de 1933, e hizo su vida personal, familiar y laboral en Granada, donde era tan conocido como querido y popular.
Después de trabajar en Los Vázquez, tanto en su emplazamiento original de Plaza Bib Rambla como en la Placeta del Lino, José Prados abrió en el Zaidín su primera tienda en enero de 1965, Tejidos Prado, muy cerca de la Iglesia del Corpus Christi. Fue el primer comercio de estas características en este popular barrio granadino.

Sensible a las necesidades de los vecinos, no dudaba en fiar a quien lo necesitara, sacando del apuro a mucha gente. «Gracias a mi padre, mucha gente iba bien vestida en comuniones y otras celebraciones importantes», señala Carmen María Prados, su hija. De ahí el cariño y el respeto que le profesan tantas y tantas personas, como se ha demostrado en las redes sociales, que han despedido a José Prados con decenas de mensajes en el grupo ‘No eres del Zaidín si no…’

Posteriormente abriría Prados Hogar, también en el Zaidín, y con el transcurrir de los años, una nave para el comercio mayorista en el Parque Tecnológico de Ogíjares. Persona muy trabajadora y sacrificada, con su mujer Carmen sacó adelante una familia de cuatro hijos.

Gran aficionado al fútbol, estuvo en la directiva del equipo de La Zubia y fue seguidor del Granada CF, como acredita su flamante carné de socio del año 78 que Carmen ha encontrado entre sus efectos personales. José Prados estaba suscrito a todos los canales posibles de fútbol y disfrutaba jugando a la lotería, con predilección por el número 7.

Inquieto, vitalista y adaptado al uso de nuevas tecnologías, José Prados utilizaba su tablet para leer la prensa y escuchar música. «Le gustaba Antonio Orozco, por ejemplo, y no dejaba de escuchar a nuevos artistas», comenta su hija. Seguía saliendo a hacer la compra y a pasear por el centro de Granada, donde vivía en la actualidad con su mujer.

El pasado 17 de noviembre celebraron sus bodas de diamante. Sus dos hijas y sus dos hijos les acompañaron al son de marcha nupcial en una celebración hermosa y sentida.
Si algo caracterizó a José Prados fue su eterna sonrisa, afable y cariñosa. Una sonrisa inolvidable.